Hoy en día es muy frecuente ver cómo un profesional debe ganarse la vida trabajando en más de una actividad. Los trabajadores autónomos también lo hacen, la cuestión está en cómo pueden estar empleados como autónomos en sectores que difieran bastante el uno del otro.
Si un autónomo trabaja como repartidor en Glovo deberá darse de alta en el epígrafe de mensajería del IAE. Mientras que si después de la jornada imparte clases particulares de inglés, deberá hacerlo en el de enseñanzas fuera del establecimiento.
No obstante, cuando se da este tipo de circunstancias, el trabajador autónomo lo primero que debe hacer es notificarlo a la Tesorería General de la Seguridad Social. El autónomo deberá informar al darse de alta en el RETA, donde especificará que va a realizar dos o más actividades distintas la una de la otra.
A continuación, deberá darse de alta en el IAE, en Hacienda, en los distintos epígrafes de las actividades que va a desarrollar. Para evitar el intrusismo profesional, el autónomo deberá acreditar que posee la cualificación mínima para desarrollar dichas actividades. Muy especialmente si se trata de profesiones reguladas bajo colegios profesionales.